Una noche desolada,
El sonido sospechoso del silencio,
Las luces encendidas de la esquina,
Dos roedores ambulantes Y una clave de sol
La Vecina
y su oficio nocturno de no hacer nada,
El guardian del frente
y su siesta merecida de cada anochecer.
Un vagabundo en su mundo
Y dos rameras su Ilusion
Media Luna vespertina,
El asfalto duerme en su humedad.
Un Gato juega con sus amigos invisibles,
Una brisa me golpea sin querer,
La ambulancia se la luce,
Dos insectos a mi lado deciden acampar para dejar de existir.
Y yo
el eterno espectador nocturno de la melancolia,
El fanatico aprendiz de soledad,
y compañero fiel de mi nostalgia.
sábado, 10 de noviembre de 2007
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